domingo, 24 de marzo de 2013

"Hermosas Criaturas": El turno de las brujas de hacerse con la taquilla




¿A vosotros os ha pasado alguna vez eso de salir del cine tras ver una película y sencillamente quedarte como estás, con sensaciones contrapuestas y sin saber muy bien si el film te ha gustado o no? Pues eso me paso a mi con la cinta de la que hablamos hoy, “Hermosas Criaturas”, otra nueva apuesta, en esta ocasión de Richard Lagravanese, inspirada en los libros de Kami Garcia y Margaret Stohl, de proyecto de saga que trata de seguir la estela de Crepúsculo (porque ya sabemos lo que pasa en Hollywood, si un producto funciona hay que explotarlo hasta la saciedad).

En este caso, no son vampiros, licántropos, hadas o alienígenas, sino brujas las protagonistas de la historia. La acción transcurre en Gatlin, un pueblo caracterizado por el fanatismo religioso de sus habitantes, enfoque, en mi opinión desaprovechado, que sirve para mostrarnos la ya manida historia de amor imposible entre dos razas, un humano y una chica con poderes, llamados en la película casters, perteneciente a una misteriosa familia por sus ininteracciones sociales y supuestas prácticas brujeriles, y que se debate al llegar su 16 cumpleaños entre la luz y la oscuridad.




Las dos horas de duración del film, en mi opinión excesiva, deja puntos brillantes y altibajos destacables. Creo que uno de los principales defectos de esta historia es el hecho de no aprovechar una trama potencial y la cierta monotonía del guión, que sin embargo considero ingenioso en cuanto a lo que incumbe a las escenas amorosas, tratadas con sentido del humor, desde un punto de vista ágil y mucho menos “empalagoso” que lo que pudiera parecer en otras películas similares. Otro de los que considero puntos débiles de la película es la presencia de “efectos especiales” que dejan un tanto que desear (véase la escena de la mesa girando) o una puesta en escena de la que no creo que se haya sacado todo el partido posible.




Destacar el reparto, uno de los puntos fuertes de la cinta, y que como viene siendo habitual en este tipo de producciones, se compone de un elenco juvenil con secundarios reconocidos y expertos. Alice Englert y Alden Ehrenreich, protagonistas de la película y un tanto desconocidos hasta el momento, realizan unas buenas actuaciones, y aunque demuestran química, su relación no llega a atraparme como pudo pasar en otros films (supongo que más culpa del guión que de sus actuaciones).

En el apartado de secundarios encontramos a Emmy Rossum, sensual, divertida y correcta, así como Viola Davis, que pasa un poco más desapercibida de lo que en un principio me hubiera gustado imaginar. Sorprendida gratamente con Jeremy Irons, que no cae en la sobreactuación y me convence en su papel de misterioso caster oscuro pasado a la luz y protector de Englert, y ante todo, una destacable Emma Thompson, que brilla con su personaje y para mi es de lo mejor de la película.  Todos ellos ayudan a dinamizar una trama que promete y a la vez se queda comedida.




A pesar de un final abierto hacia la posibilidad de continuar con las adaptaciones cinematográficas de esta saga, la escasa recaudación que ha obtenido de momento, en comparación con su presupuesto, nos hacen predecir la no continuación de esta historia. Mejorable en muchos aspectos pero de lo más acertada en otros, este proyecto de saga se queda en un intento superficial de aprovechar una trama que ofrecía amplias posibilidades, sin profundizar en las problemáticas que el guión plasmaba. No la consideraría una pérdida de tiempo, pero tampoco una película tan destacable como en un principio esperaba, pero aún así, la recomiendo. Cuestión de gustos, de opiniones y ante todo, de verla.



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