domingo, 17 de marzo de 2013

'Spring Breakers': ¿transgresoriedad o un intento de ello?


El intento controvertido de Harmony Korine de llegar al cine comercial es bastante más convencional de lo que en un principio trata de vender. El uso del sexo y la violencia, tan machacado ya en el Hollywood de estos tiempos, se aúna con la crítica a una sociedad y forma de vida transgresora que termina quedándose en un inacabado intento. El lema de la película basicamente es que todo vale, o como dirían las propias protagonistas, Spring Break forever bitches!, y es algo que Korine trata que quede claro desde la secuencia de apertura. 

No podía faltar en esta mezcla, y tratándose de este director, el uso continúo y repetitivo de ralentís, saltos temporales y microbucles de continuidad, con una fotografía más propia de un videoclip house que de una gran producción. Soundtrack totalmente acorde a la estética de la película, que incorpora elementos musicales como 'Baby one more time' o 'Everytime' (sigo recuperándome de ello), canciones, como no, de Britney Spears (¿quién si no podría representar mejor eso de sexo, drogas y rock n' roll   pop?).

Destacable en mi opinión la diferenciación y el esbozo del estudio de los personajes, así como el marketing y la venta de este producto singular.



James Franco brilla con su personaje de traficante/gángster/demente y otra serie de calificativos que se le podría añadir. Sin ser el auténtico eje de la historia, se convierte en el foco de atención de la película con una interpretación que "milagrosamente" no cae en la sobreactuación. También destacar la diferenciación clara que se hace entre las chicas, protagonistas de la historia. Casi desde el comienzo de la historia Korine establece una división entre Selena Gomez (Faith), con un personaje con entidad y carácter individual y el resto de sus compañeras, Ashley Benson, Vanessa Hudgens y Rachel Korine, cortadas en la película por el mismo patrón de excesos. 

Si hay algo de soberbio en esta producción en mi opinión, es el trabajo de marketing que lleva detrás esta película. Inteligente la elección de las protagonistas por el morbo que puede suscitar verlas en un género así y de las fotos promocionales, en bikini y evocando un desfase que nada tiene que ver con el pasado de Vanessa Hudgens y Selena Gomez, ambas antiguas estrellas Disney e iconos juveniles. Por lo que ambas declararon en la première española, celebrada en los cines Callao de Madrid, querían dar un giro radical y mostrar una imagen más madura, algo que pienso que es bastante acertado pero que "Spring Breakers" no termina de dejarlo mostrar. 



Al igual que la película es de excesos, las opiniones que ha generado son de extremos. O lo tomas o lo dejas. En mi opinión, esta demasiado elaborada producción deja un poco que desear y una sensación de frustración y vacío al terminar de verla por las expectativas de película trascendental e importante que se han encargado de vender. Cuestión de gustos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario